Esto significa que mientras un tomador puede recordar los eventos felices al inicio de una fiesta, tendrán menos posibilidades de recordar los efectos negativos de la borrachera, según investigadores de la Universidad de Sussex.
Esto también significa, dice la profesora de psicologia experimental Theodora Duka, que los tomadores no dejarán de beber grandes cantidades de alcohol ya que no sólo no recuerdan la vergüenza que pasan, sino que sí recuerdan los mejores momentos.
“No está claro cómo el alcohol cambia la forma en que se forman los recuerdos, pero podría ser que altera los neurotransmisores que forman los recuerdos”, dijo Duka.
Duka realizó un experimento con voluntarios que observaron fotografías. A un grupo se le dio bebidas con alcohol y al otro no. Y descubrió que el alcohol incrementaba la memoria para las imágenes vistas antes de tomar el trago, y recordaban menos luego de tomar alcohol.
Y al parecer también recordaban mejor las imágenes de antes de tomar, si estas les daban alguna emoción de alegría.
Otros estudios también descubrieron que el alcohol causa cambios en el cerebro a largo plazo, que hace que la gente joven tome más riesgos y sea más impulsiva, incluso cuando está sobria.
info: De medicina
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